Noticias

3 de Febrero de 2010

La Orquesta Imposible (Narraciones) La Canción de Adán (Multimedia)

Alfonso Chase

Estos dos trabajos artísticos de Jaime Gamboa (San José, 1964), narrativa del autor, más la presencia de Max Goldemberg, Fidel Gamboa y el mismísimo Jaime Gamboa, con la producción de Luciano Capelli, en el multimedia, para así llamarlo, es un esfuerzo plenamente realizado de algo que parece imposible, pero es real. Gamboa, poeta, narrador ahora, músico, promotor cultural, activista patriótico cuando se lo permite su labor creativa, es uno de los personajes más queridos, admirados y respetados en nuestro medio artístico, con una obra relevante en múltiples campos. En este caso leímos su libro de narraciones para constatar su importancia literaria, su hondura como el poeta que ahora escribe prosa, en cuentos de excelente factura, con personajes delineados como si fueran la propia memoria del autor, todos ellos definidos por la calidad narrativa, lo insólito de los temas y la participación en detalles que los coloca a la altura de nuestras mejores narraciones, en estos últimos años. Por ejemplo: Jonás, Orfoe, La Canción de Adán, entre otros, más la joya: “Romance en La Habana”, digno de figurar en cualquier antología sobre el género. Los hay en primera persona, otros los protagonistas sobrepasan al narrador y adquieren vida propia. Hay detalles morosos, producto de la observación inteligente, la gracia de quien recibe y percibe a la vida con singular aceptación.

Algo así como un realismo que se supera a sí mismo, porque el arte, muchas veces, es superior a la existencia. Con irónicas percepciones que son humor, un delicado sarcasmo algunas veces, pues las situaciones lo ameritan, donde lo insólito no es todavía caos, pero se aproxima peligrosamente a los extremos de saberse vivo, ausente de cualquier otra cosa que no sea la realidad de pensar en que todo es el misterioso halo que significa la música, algunas veces de manera explícita, otras como destino velado para configurar esa orquesta imposible, que no lo es realmente sino en el temblor de lo invisible, siendo parte ya de todos los actos de los y las protagonistas. Nadie luce secundario en este libro de cuentos. Todos tienen un papel protagónico y solo existen, quizás, como producto de la imaginación, del delirio, de lo insólito que es lo real cuando se le observa con mirada diferente. Un libro de narraciones, cuentos, relatos, anécdotas pequeñas que se transforman en historias copiosas en detalles. Algo que solo puede ser galardonado, premiado, el ser aceptado por un público, no por jurado alguno, como ocurre cuando la calidad supera las exigencias de los mediocres convertidos en árbitros del gusto. Todo lo contrario del relato de Justino Blandón, que impone algo así, solapado, como es la crítica de la crítica, es decir: la narrativa construida por sus propias historias.

“La Canción de Adán” es otra cosa, pero parece ser la misma. La invención centrada en la lógica de lo que se dice, en este caso algo que tiene que ver con Fidel y Jaime Gamboa, más la presencia de Max Goldemberg, música, letras de Jaime, algo que se pudiera leer es decir: escuchar, como parte del libro que anteriormente reseñamos. Es más bien un homenaje a Adan Guevara, a sus raíces, a Olga Goldemberg, a Francisco Gamboa, sus progenitores, con el legendario, y no tan real trío “La Anexión”, como telón, no de fondo, sino de cortinaje mayor. Algo tan hermoso como la obra de narrativa pero, esta vez, no imposible sino audible. Un proyecto único. Una realidad tan real que admira, tal la recuperación de “La Internacional del Sabanero”, así la llamo yo, de Adán Guevara, la raíz frondosa de este grupo singular.

Tomado de La Prensa Libre, 28 de enero 2010

Archivo

2017 | 2016 | 2015 | 2014
2013 | 2012 | 2011 | 2010
2009 | 2008 | 2007 | 2006
2005